¿Qué pasó?
Se derrumbó de golpe el espejismo entorno al “proceso” de Kenton… Una selección que nunca convenció pareció disimular bien con sólidos triunfos un bajo nivel futbolístico que siempre estuvo presente, por más que la prensa y el empujón motivacional nos obligaran a tirar la casa por la ventana, creyendo que éramos los mejores del Área. A pesar de que estoy escribiendo esto pocos minutos después de que México nos propinará la derrota más dolorosa que haya presenciado en eliminatorias mundialistas, Costa Rica podrá salir del atolladero actual de forma inteligente, esto es buscando la forma racional de solucionar sus problemas sin dejar por ello la meta de ir al mundial. Para ello, vayamos por partes…
El “Proceso”: No hubo mayor “proceso” con Kenton. Quizás el jugador que más se consolidó bajo su era fue Celso Borges pero su bajo rendimiento en los peores partidos de la selección, que justamente fueron los últimos dos contra Honduras y México, termina por convencer que Kenton no nos está dejando ningún legado en cuanto materia prima futbolística ni en cuanto a resultados.
El Entrenador: La labor de Kenton ha sido sumamente mala al punto que deja bien parado al proceso de poco brillo de su antecesor Medford. Recordemos que con Medford la selección ganó un título de la UNCAF que Kenton perdió, a como perdió cualquier otro título al que haya aspirado (Copa de Oro, Primer Puesto de la Hexagonal). Pero lo más malo de Kenton no es que no diera los resultados, porque recordemos que muchas veces los resultados dependen de variables fuera del control de un estratega, sino que no hiciera lo que estuviera a su alcance para alcanzarlos y esto en gran parte se dio debido a su falta de racionalidad. A continuación los puntos más irracionales de Kenton:
1. Una aversión casi enfermiza hacia Carlos Hernández. No estoy entrando a discutir la conveniencia futbolística o no de que Carlos Hernández formara parte del plantel sino el harto irrespeto mostrado hacia él. Recordemos las ácidas respuestas del estratega a las preguntas de los periodistas que le criticaban que lo hubiera puesto tan tarde ante El Salvador (donde Carlos Hernández asistió el único gol por Walter Centeno) donde no faltaron adjetivos despectivos hacia nuestro representante en Australia como la desafortunada salida de que nuestro volante estaba gordo. Sí, dijo abiertamente a todos los medios de comunicación que uno de los representantes del fútbol tico en el exterior estaba gordo. Y ojo que lo volvió a repetir para el partido contra México, ¿enfermizo no?
2. El mal manejo del Tuma Martínez: Si convocas a un jugador con la historia de dolencias del Tuma Martínez lo más racional es actuar conforme a ello. Es decir, si sabes que es un jugador que se viene recuperando de una difícil lesión convocarlo lleva implícito un riesgo, donde lo lógico es esperar que no vaya a estar al 100% a menos de que creas en la magia. Pero el caso del Tuma Martínez fue totalmente al revés. Se le convoca pensando que estaba bien pero finalmente resulta que estaba lesionado y se van dando tumbos en contra del jugador al punto de poner en duda su integridad moral al decir de que había fingido estar bien para, ¡oh ventura!, viajar a Costa Rica. ¡Cuando precisamente el jugador estaba arriesgando su tan ansiado retorno a las canchas para jugar por Costa Rica! Claramente, esto no se le puede achacar enteramente a Kenton porque hubo mano criminal de la Federación pero de ser así sería todavía más preocupante la incapacidad de Kenton de gestionar su equipo de trabajo y el ambiente en el cual está inmerso y para lo cual se le paga.
3. El tercer punto más irracional de Kenton es que su forma de convocar a los jugadores responde más a caprichos que al proceso racional que uno esperaría de un entrenador. El ejemplo más notorio es lo inconsistente que fue con Andy Herron. Lo convoca con una majedería casi absurda cuando el país estaba convencido de que Herron no estaba en un buen momento y, de repente,….hmmm…… lo deja de convocar….
Hasta ahora habíamos tocado aspectos meramente gerenciales que saltan a la vista a cualquier persona sin importar su conocimiento de fútbol porque son bastante objetivos. Ahora quisiera tocar un aspecto futbolístico tratando de mantener la misma objetividad. Las facetas que debe llevar a cabo un Director Técnico son tan variadas como difíciles, eso sí hay que reconocerlo. Pasan desde ser el principal líder emocional de un equipo humano a otras facetas un poco más cerebrales como las de implementar las tácticas que mejor se ajusten a sus recursos y las características del rival. En este caso Kenton ha mostrado tener más de una deficiencia en más de un partido pero que no considero conviniente enumerar en su totalidad sino enfocarme en aquellas más irrefutables, para demostrar de forma contundente su imcompetencia. Para ello, traigo a colación el partido de visita ante Honduras. Dadas las características del rival (que son por todos fácilmente identificables) Honduras posee dos particularidades muy relevantes de tomar en cuenta: le gusta jugar a contragolpe y tiene jugadores muy rápidos y efectivos para hacerlo. Si uno va a jugar de visita la norma es ajustar la propia táctica al equipo casa. Dado que Costa Rica, por su parte, se caracteriza por retener el balón y marcar flojamente, lo racional y fácilmente esperable es que el equipo reduzca los espacios entre las líneas y que salga con un jugador que sea contención neto. ¿Qué hizo Kenton? Salió sin contención y con el equipo desperdigado por la cancha. Los cuatros goles de Honduras no son tan casuales como parecen.
Pudiera seguir hondando en los yerros de Kenton pero contradeciría el propósito de este escrito, que es buscar precisamente una salida racional a la crítica situación de la selección nacional.
Primero, para ello debemos identificar claramente la situación de Costa Rica de cara a la clasificación al mundial. A pesar de lo que parece, Costa Rica sí tiene posibilidades de clasificarse. Para ello basta que gane el partido de visita ante El Salvador y de casa ante Trinidad y Tobago, que si bien son puntos difíciles de ganar tampoco son imposibles. Dado que son países sobre los que Costa Rica tiene claro dominio futbolístico, no solo a lo largo de esta eliminatoria sino a través de la historia (y aquí entran de nuevo las características principales de juego de estos dos conjuntos, El Salvador es como una mala copia de nuestra forma de jugar fútbol, es decir, con buena posición del balón pero con mayores problemas en la definición y el equipo trinitario se caracteriza por un fútbol un poco más de choque que se complica ante la movilidad del conjunto patrio) por lo que la posibilidad de ganar estos puntos depende más de nosotros que de los rivales. Pero para ello debemos corregir nuestros yerros, sin prisa, pero con efectividad. Subrayo el “sin prisa” ya que este es el punto principal de este escrito, es decir, aquí entra lo más racional que he podido deliberar a pesar de que pueda ser totalmente controversial.
· Tenemos que ser valientes pero, ante todo, racionales para poder aspirar a un proceso verdadero, que bien puede ser incompatible con mantener el respirador artificial del proceso actual. Creo que la incompetencia de Kenton no solo como estratega sino en cuanto a carencia de inteligencia emocional para manejar un equipo humano, que es todavía más preocupante, lo deja por entero descalificado para continuar. A pesar de que no se podrá quitar antes del partido ante El Salvador ya que lo tenemos encima, no tiene ningún sentido dejarlo terminar la eliminatoria actual, máxime que en los últimos dos partidos la selección ha demostrado estar en caída libre y el ya notorio nerviosismo de Kenton podrían ser más perjudiciales que el daño de cambiar el técnico. Las expectativas son un factor que pasamos por alto muchas veces a pesar de que guían nuestro accionar la mayoría de veces, por lo que solo el hecho de saber que el estratega no va a continuar podría servir a que los jugadores pongan la barba en remojo de una forma más efectiva que quitar al entrenador antes del partido ante El Salvador. Además, la inferioridad futbolística de El Salvador y al estar estos prácticamente eliminados son elementos que pueden jugar a favor de Kenton que estaría desesperado por mantener su puesto (y no la tiene tampoco tan difícil si él mismo ya triunfó en tierras cuscatlecas). Para los últimos partidos, el de Trinidad Tobago en casa y Estados Unidos las razones para mantener a Kenton ya se habrán desvanecido y cobrarían legitima fuerza la discusión sobre su sucesor. Existen muchas variables que desconocemos, como el presupuesto real con que contaría la Federación para traer un fuera de serie del exterior pero aquí es donde entra el segundo objetivo de este artículo y es afirmar con racionalidad que la notoriedad de un entrenador no es clave del éxito. Para ello, no podemos encontrar mejor ejemplo que el mismo Kenton, quien siendo un pésimo líder humano de su grupo y con un pésimo diseño estratégico de sus partidos estuvo a punto de clasificar a la selección (recuerden que los fallos de Kenton se dieron hasta en los partidos en que ganamos gracias, sobretodo a individualidades y cosas tan variadas como el apoyo de la afición y la presión que esta ejerce sobre los rivales). Por lo tanto, y partiendo del supuesto que la Federación no cuenta con presupuesto para nombrar a un técnico del exterior, otros factores como el poco tiempo que tenemos antes de los últimos dos partidos de la hexagonal cobran mayor peso (sin olvidar, claramente, el objetivo no menos importante de hacer un verdadero proceso). Y aquí es donde entra el tercer elemento racional de este escrito, que sé que podrá sonar controversial de la misma forma que sonaron los anteriores pero que no lo es tanto después de analizarlo con profundidad. El técnico natural para dirigir a la selección en estos últimos dos partidos es Jeustin Campos, ya que es el único que satisface los siguientes elementos indispensables con que debería cumplir el sucesor de Kenton:
· Es de esperar que se ajustaría a un presupuesto que se supone reducido de la Federación.
· Ser del medio, conoce no solo a los jugadores de Costa Rica al dirigir a Saprissa sino que conoce también a los judadores de la Concacaf al haberse enfrentado una gran cantidad de veces con los clubes del área.
· Ha demostrado tener éxito nacional e internacional mente con un presupuesto y plantilla muy límitada como la que maneja Saprissa si bien de forma consistente y amplia que no tiene comparación en el medio
Un cuarto punto de interés de este artículo es que propongo que se le nombre interinamente para dirigir estos dos partidos. Algo parecido al nombramiento que tuvo Guimaraes para la muerte súbita contra Guatemala en la primera fase de la eliminatoria para el mundial 2002. Me parece que hasta se podría nombrar aceptando condicionamientos como que no deje su puesto actual pero dándole suficientes incentivos para que lo llevan a realizar un buen trabajo que puede ser compensado después de la eliminatoria con un contrato más digno, es decir con mejores condiciones en cuanto remuneración y plazo y, por qué no, ¿con el mundial de Sudáfrica incluído?
No quiero que este artículo sea impositivo, es decir, que se imponga a rajatabla sino que sea un eslabón que permita construir una discusión más racional y pragmática en torno a nuestra amada y doliente selección nacional, así que mucho le agradecería que lo haga circular o que me perdone la imprudencia,
Atentamente,
Mauricio A. Soto R. Cédula: 3-0400-0708.